ZAMBRA 5.1 el nuevo espectáculo flamenco de Arcángel, pretende glosar la obra y la figura de Manuel Ortega Juárez, Manolo Caracol (1909–1973), desde los comienzos de su carrera artística (Concurso de Cante Jondo. Granada, 1922), hasta la grabación de su último disco, con motivo de sus cincuenta años en el cante.El hilo argumental de este espectáculo es la supuesta obra que Caracol nunca llegó a estrenar, con la que soñaba hasta el momento de su trágica muerte en accidente de tráfico: ZAMBRA 5.1.Los dos elementos del espectáculo son la música y la imagen. En lo musical, la voz de Arcángel aborda el rico repertorio caracolero a lo largo de las distintas etapas de su vida. La siguiriya, la soleá o el fandango se alternan con otros palos más rítmicos y festeros, como la bulería o la alegría, hasta llegar a la expresión característica de la zambra, donde Caracol alcanzaría las más altas cimas de su popularidad. El acompañamiento instrumental va creciendo conforme lo hace el propio espectáculo: voz a capella, una guitarra, dos guitarras, percusión y piano.
El elemento audiovisual hace un recorrido fílmico por la figura y la obra del cantaor. También quiere ser una propuesta nueva, aquella que el propio artista “hubiese podido pensar” para ese espectáculo nunca hecho realidad. Una gran pantalla ocupará todo el fondo de la escena. Sobre ella irán apareciendo las imágenes rodadas y montadas en exclusiva para esta obra. En este sentido, imágenes y efectos sonoros se complementan, interactúan hasta formar un único discurso. Así, en el cante por saetas el espacio se imbuye de iconografía de la Semana Santa andaluza alejada del tópico. Zambra 5.1.pretende hacer una relectura visual del universo caracolero, desde los toros hasta el teatro, creando una obra sorprendente y plena de propuestas en contenido y forma, con una innovación que parte del respeto extremo a la fecunda obra de Manolo Caracol.El espectáculo busca construir versiones musicales que añadan algo distinto a su riquísimo legado artístico, tomando partes del mismo tal cual él las dejó a la que vez que aportando nuevas lecturas de esas obras, adaptadas al siglo XXI. Para ello, la versatil voz de Arcángel será el vehículo del discurso musical. El cantaor contará con la guitarra del granadino Miguel Ángel Cortés, que ejecutará el toque clásico y añejo con el que solía arropar a Caracol, por ejemplo, Melchor de Marchena. La guitarra de Daniel Méndez sorprenderá por el concepto nuevo y distinto que ofrece del acompañamiento. En la percusión, Chico Fargas pondrá el punto rítmico. En el baile, Pastora Galván moverá la bata de cola que tanto nos puede evocar a la recordada Lola Flores, principal pareja artística de nuestro protagonista.Y la zambra, donde acuden el piano de Dorantes y los arreglos de Jesús Cayuela, para llegar a la apoteosis final, esa supuesta obra inédita con la que Caracol soñó toda su vida. Esta última pieza será un broche de oro acorde con todo lo desarrollado anteriormente y con toda la instrumentación.Técnicamente ZAMBRA 5.1, de ahí el nombre del espectáculo, es una obra concebida con sonido envolvente (surround dolby digital). En plena revolución de las tecnologías, con el avance imparable de lo digital, será la primera vez que se aplique al falamenco. Hasta hoy estabamos acostumbrados a escuchar la música en sistema estéreo, avance que en su día superó al monofónico de un solo altavoz, ahora la tecnología permite dar un paso más y ofrecer una experiencia única: percibir el sonido en un radio de 360 grados. Un sonido envolvente que, sin duda, sorprenderá al público.
El elemento audiovisual hace un recorrido fílmico por la figura y la obra del cantaor. También quiere ser una propuesta nueva, aquella que el propio artista “hubiese podido pensar” para ese espectáculo nunca hecho realidad. Una gran pantalla ocupará todo el fondo de la escena. Sobre ella irán apareciendo las imágenes rodadas y montadas en exclusiva para esta obra. En este sentido, imágenes y efectos sonoros se complementan, interactúan hasta formar un único discurso. Así, en el cante por saetas el espacio se imbuye de iconografía de la Semana Santa andaluza alejada del tópico. Zambra 5.1.pretende hacer una relectura visual del universo caracolero, desde los toros hasta el teatro, creando una obra sorprendente y plena de propuestas en contenido y forma, con una innovación que parte del respeto extremo a la fecunda obra de Manolo Caracol.El espectáculo busca construir versiones musicales que añadan algo distinto a su riquísimo legado artístico, tomando partes del mismo tal cual él las dejó a la que vez que aportando nuevas lecturas de esas obras, adaptadas al siglo XXI. Para ello, la versatil voz de Arcángel será el vehículo del discurso musical. El cantaor contará con la guitarra del granadino Miguel Ángel Cortés, que ejecutará el toque clásico y añejo con el que solía arropar a Caracol, por ejemplo, Melchor de Marchena. La guitarra de Daniel Méndez sorprenderá por el concepto nuevo y distinto que ofrece del acompañamiento. En la percusión, Chico Fargas pondrá el punto rítmico. En el baile, Pastora Galván moverá la bata de cola que tanto nos puede evocar a la recordada Lola Flores, principal pareja artística de nuestro protagonista.Y la zambra, donde acuden el piano de Dorantes y los arreglos de Jesús Cayuela, para llegar a la apoteosis final, esa supuesta obra inédita con la que Caracol soñó toda su vida. Esta última pieza será un broche de oro acorde con todo lo desarrollado anteriormente y con toda la instrumentación.Técnicamente ZAMBRA 5.1, de ahí el nombre del espectáculo, es una obra concebida con sonido envolvente (surround dolby digital). En plena revolución de las tecnologías, con el avance imparable de lo digital, será la primera vez que se aplique al falamenco. Hasta hoy estabamos acostumbrados a escuchar la música en sistema estéreo, avance que en su día superó al monofónico de un solo altavoz, ahora la tecnología permite dar un paso más y ofrecer una experiencia única: percibir el sonido en un radio de 360 grados. Un sonido envolvente que, sin duda, sorprenderá al público.
Teatro Maestranza
20,30 horas 29 diciembre
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